jueves, 14 de junio de 2012

Llanto y memoria

Ayer lloraba, porque bueno, incluso aquí solemos llorar de vez en cuando. Más allá de lo que pueda pasar, todo termina al secarse uno las lágrimas. Es un ciclo que empieza con la primera y bueno, acaba con la última, o al menos dicen eso (otras dicen que es un nuevo comienzo, cada quien con su visión).

La vida se volvió monótona, sin sobresaltos, las heridas cicatrizaron para dejar horribles cicatrices. La gente olvidó los monstruos, los milagros, a Dios, desvarios de unos pocos ilusos que creyeron que había algo más fuera de lo que unas manos, ojos u oidos podían decir.

Lo mejor de este pueblo es que mañana no importará... que la memoria es algo que se perdió hace ya mucho tiempo...

Mientras doblo mi pañuelo no puedo sino preguntar "¿no sería más fácil sufrir como los demás?"

- Malditos monstruos que me obligaron a pensar, a ver, a creer...

- Bendito el momento de tu deshumanización.

Pues ser anormal es a veces la mayor bendición del mundo. ¿por qué? porque dolerá y en el dolor sabrás que vives... y al notar que vives pasarás esa etapa de dolor para llegar al otro lado de la habitación. ¿Sentirse vivo a través del dolor? Nada tan deprimente como eso, pero incluso para crear a la mujer Dios tuve que arrancar algo de Adán... bien por él que pudo estar dormido para no percatarse.

Las lágrimas intentan salir de nuevo, poco probable... pero de todos modos mi fiel pañuelo siempre a un lado ¿qué hacer sin él? ¿Más que hacer por él? Sería bueno que "yo" fuera un evento secundario, derivado del hacer de y por otros.

Hoy lloró porque no puedo ser normal nunca más. Porque fui transformado por la aberración más grande este mundo: ... no recuerdo cuál, les dije que la memoria no es una de mis características más resaltantes. Tengo que salir de este pueblo o morir al no hacerlo, morir al no saber ni siquiera mi nombre... pero peor aún, morir al siquiera interesarme por saberlo...

Jamás tuve más miedo en mi vida, jamás estuve más solo. Pero tengo un pañuelo listo y no se necesita más si es que se puede dejar de llorar. La anormalidad es la enfermedad a la que más teme el mundo... pero algún día el mundo mismo tenía que morir...

... y no pienso llorar por eso. Pero si pasa... sé que podré hacerlo tranquilo.