sábado, 26 de febrero de 2011

00:43

Es que me hablas como un ignorante, como un niño. Increiblemente pretendes que trague esas patéticas excusas, formas de decir "no tengo nada que decirte" de modo elegante. Todo estará bien, saldrás adelante, tranquilo... mientras yo pensaba que al menos tú podías entender algo más de mi...

Jamás quise una pisca de su compasión, su misericordia hacia mi se hizo lamentablemente asqueante cuando pensaron que mi vida se basaba en necesitarla. Cada segundo pasé ensuciando mis manos por ustedes, y de seguro las buscarán cuando necesiten que algo se ensucie de nuevo. Y seamos honestos, soy una sombra de algo que alguna vez ustedes vieron por una primera vez. Una especie de prototipo, un esbozo de ser humano.

Y no se dan segundas oportunidades, lamentablemente lo aprendí al entender que ya no puedo esperar nada. Y es porque no espero que no me sentiré decepcionado al saber que no se moverá un dedo.

Bajo la lluvia me he sentido purificado, bajo el Sol volví a brillar, en el viento prefiero estar en contra del mismo para sentir que hay algo cercano a lo que enfrentarse...

... en el silencio me doy cuenta que algo es necesario para esto... que nadie hable: una realidad demasiado familiar.

Bienvenidas sean las manos que aparezcan para dar un poco de si mismas para una buena causa, yo estaré allí, luego me iré en el momento donde ya no se necesiten. Abrazando un pasado tan silencioso que me permite escuchar el futuro, que me permite saborearlo, y aprender a ya no temerle.

Que un día miraré a mi alrededor al no poder levantarme de tanto dolor y no habrá nadie... algo a lo que ya me hice la idea...

jueves, 24 de febrero de 2011

Una pregunta

La primera vez que me pregunté si era amor verdadero estábamos en el cine, tomabas mi mano y yo sudaba tanto que me deshidraté. Te hallabas tan hermosa que solo recuerdo la mitad de la película y yo tan nervioso que olvidé mi mochila en tu casa. No estuve seguro de que responder… mientras veía el celular y le decía a mi preocupada madre que ya iría a casa.

La segunda vez que me pregunté si era amor verdadero estábamos nadando, era verano y el agua escondía el sudor. Competimos por ver quién resistía más bajo el agua y con el riesgo de irritar mis ojos por el cloro te vi de frente, la distorsión se hizo mi aliada y el momento mi hermano, te robe el primer beso sabiendo que era eso o morir ahogado. Luego de eso no tuve respuesta más que un corazón que sonaba como parada militar.

Hubo una tercera vez. Yo me hallaba de rodillas frente a ti. Unas pocas (decenas de) rosas nos rodeaban y dejaba de lado mi miedo al público (y las abejas) para pedirte que me desposaras. Lloraste, saltaste y me hiciste caer. Me puse nervioso, se me resbaló el anillo y al recogerlo me lastimé la cabeza. Tu respuesta me era esquiva, pero los gestos y tus ojos me eran sinceros. Era el sí más feliz de mi vida y quizás el único que me quitaría tanto el sueño. Un anillo no lo hacía de verdad, unos detalles tampoco, mi pregunta flotaba en mi cabeza y solo podía tener un “si” en mi memoria… ya habría otro momento.

¿Cuarta vez? Claro. En un hospital, tú en la camilla, yo con el corazón en una mano y tu mano en la otra. Tú con dolor en los labios pero alegría en los ojos. Gritos, dolor, sangre y un inmenso llanto me mostraban un presente que era nuestro futuro, un nosotros que tenía toda tu belleza y todo lo que pudiéramos darle. Quería decir que sí… pero querer es una cosa…

La siguiente vez que me lo pregunté tú te ibas. En la cama donde te canté y donde me enamoré de ti cada mañana tú me decías que no habría una siguiente vez. El destino era sarcástico y hoy yo era la víctima de algo tan natural como la muerte. Tú descansarías mientras yo sentía todo el dolor. Dijiste que lo haría bien… que me amabas, cesé mi delirio por saber y respondí sin pensar… los únicos momentos donde no pensé fueron cuando tú estabas en frente, porque pensar solo sería perder el tiempo que podría usar en tenerte… tiempo que ya no tendría más.

Hace años olvidé esa pregunta. Mientras camino entre las lápidas sé que soy feliz. Dicen que los hijos son la alegría más grande, pero son los esposos los que solo se tienen a ellos. Mi orgullo siempre estará con nuestro nosotros, así el fuera a buscar el mismo sueño que yo soñé un día, en un cine, con mucho sudor.

Preguntarme si fue amor verdadero ya no tiene sentido. Hoy me pregunté si supo que la amé cada segundo, que morí con ella y ella vive conmigo. Hoy supe que era amor verdadero, porque lo que fue un día en dos butacas es hoy frente a una lápida. No porque lo dije con euforia, sino porque lo hice con convicción. Y el único miedo que tuve nunca fue no amar de verdad, sino no haber amado tanto como pude…

… con una nueva rosa en la mano sé que es una pregunta cuya respuesta ahora ya sé, que siempre supe, así como tú también…

miércoles, 23 de febrero de 2011

Con millas acumuladas

El simple hecho de despertar y saber que no importa que haga, diga o piense no podré verte. No es tan malo, quizás algo molesto y un poco inquietante, pero se puede soportar. Unas cuantas fotos no bastan, no siempre, y si somos honestos sabemos que las risas escritas jamás podrán apelar a los latidos tanto como lo no evidente.

Y si, que no estes es tan malo, pero soportable. ¿Por qué? Porque estoy vivo, lo estve sin ti y ahora que te conozco me siento más vivo, pero si la vida es mía, y tu ausencia no la ahuyentará. Pasión, deseo, euforia, emoción, si, quizás sienta algo de eso. Amor...es algo más difícil de saber. Y es amor es una palabra y yo solo un hombre, y solo puedo decir palabras y hacer hecho para demostrarlo.

...y luego de años de haber escuchado dos "acepto", dos evidencias del paso del tiempo nos dejarán como uno solo, solo entonces estaremos seguros de que era amor.

Podrías estar más cerca y lo agradecería, podría ir por el simple hecho de ver tus ojos, luego desaparecer una vez más y ser un par de letras... un par de ideas...

Podrías irte más lejos y lo agradecería, aún podría soñar, desear, despertar esperando el volver a dormir para aunque sea verte un momento inconciente. Lo sé, los sueños no son tan buenos como la realidad, pero la realidad solo es buena cuando aprendes a abrazarla, con lo bueno y lo malo, quererla, como una novia, respetarla como a una mujer, amarla como al ser de tu vida.

Y de vez en cuando mientras camine, coma, beba o sonría... recordaré tus ojos y un hilo de melancolía se desprenderá de mi saco. Y cuando ame, luche caiga y me levante pensaré en tus labios... y pensaré si alguna vez querré a mi vida tanto como a ti. Algún día te extrañaré... pero recordaré que estoy vivo...

...algún día moriré y me preguntaré si en verdad he vivido...
...si te veo a mi lado entonces sabré que vivimos...
...si no te veo... sabré que solo es porque tengo los ojos cerrados...

lunes, 14 de febrero de 2011

Una memoria cada 14

Pronto todo será bombos, platillos y flores. Un mar de emoción que se desatará incontrolable por donde se piense que hoy se celebra al amor. Todo será alegría...porque los que no la tengan serán sepultados. Que los que aman rían, celebren y canten.

Los que no...solo recordarán. Recordarán que un día quisieron, que un día pudieron, que un día murieron... recondarán el porqué no querían recordar más. Nadie culpará a quién derrame una lágrima hoy, no solo porque porque perdieron, sino porque jamás volverán a ver eso que una vez fue suyo.

Mientras algunos veremos pasar el espacio y tiempo. Espectadores de la alternancia de vivencias, de la dualidad de ideas, del encuentro del rojo y el negro...

Y aún así sentiremos el dolor y sabor a soledad. La angustia y miedo a sentir a alguien más en la habitación pero no verlo. Y es que aún nosotros merecemos también sufrir un poco...

Somos los patronos de los corazones rotos, los adalides de la melancolía, que dejan que el mundo recuerde aunque sea por un momento, que algunos también lloran incluso en San Valentín.

Y es estúpido sentir lástima por ellos. No tiene caso sentir lástima y consolarlos con que es día de la Amistad...

...lo sé porque...mi amigo... tuviste que esperar 365 para recordar que eras... cuando ellos supieron esos 365 como estaban...solos.

Es 14, escucho fuegos artificiales y risas, pero un pequeño llanto camuflado...

Sean felices, o tristes...nosotros solo los contemplaremos.

...somos la fantasía de sus sueños, los que nunca fueron...los que no fueron como querían... los que ni siquiera se atrevieron a soñar.

jueves, 3 de febrero de 2011

Requiem por un tormento

Mientras lo que queda de su conciencia se esfuma por miedo a su ira, no tiene más remedio que simplemente perder lo poco que le quedaba de humanidad, lo poco que en algún momento quiso guardas. Aprendió de mala manera que no existían los cuentos azules, las princesas o las brujas a las cuales vencer.

No había final feliz, tampoco suplicio eterno, la realidad era un verso en el cual el no rimaba. Sería suficiente para destruir a muchos, quizás suficiente para destruirlo a él, quizás si le interesara en lo más mínimo. Pero no es oscuro, no es sombrío ni escalofriante. La abominación más temible lo es porque no es abominable, el peor mal daña porque no creemos que existe. La pena más grande corroe hasta el fondo cuando creemos que no es necesario sacarla.

Y allí no queda nada para mantener el espacio cerrado, no queda nada...tampoco se extraña. Lo que una vez fue un ser normal ahora brilla más que antes, inspira las emociones más efervecentes... lleva a cuestas la pena más grande y la desesperanza de saber que es lo único que seguramente permanecería con él hasta el final.

Pero la vida no es tan mala, no vale la pena sentirse mal por ella, no vale la pena preocuparse porque no hay muchas cosas que en simple español...importen. Y es que casi todo tiene un como y un porque, lo que no normalmente no sirve de mucho, lo que no sirve no merece un segundo de una incertidumbre tan rara como trébol de 4 hojas.

La conciencia dejó una carta...

...decía "no te pierdas". Lamentablemente se perdió. Vi cuando la escribió. Jamás la recibí.
A duras penas se puede recordar la candidez de un pasado que se dejó atrás.

Tuve un sueño...

... pero preferí la realidad. A la realidad si se le puede golpear. La realidad te hará pedazos. Pero tendré el gusto de sonreirle cada vez que lo haga. Yo no puedo ser así. Yo tampoco.

martes, 1 de febrero de 2011

Unos cinco minutos después

Leerán estas líneas y notarán algo de tristreza en ella. Se lamentarán porque yo lo hago, o quizás porque no están seguros de eso. Aunque personalmente no lo creo, no es tan interesante mi ánimo, no lo es ni para mi, no lo es para ustedes, aunque esto ni siquiera hable de eso.

Y quizás incertidumbre sea la palabra adecuada, el no saber si es verdad o no el pedazo de realidad del cual me adueñé. No va a importar si hay o no alguien a mi lado, va a importar si hay alguien que quiera estar...si en algún momento querré que ese alguien esté.

Por lo demás es hacer nada, respirar y palpitar continua, repetitiva, mortalmente. Y cuando todos son felices yo no necesito sonreir, y una que otra lágrima no hacen mal...cuando estás seguro de hacia a donde caen.

¿Un nuevo inicio? ¿Cambiar desde ahora? Olvídalo, eres y serás igual pues es la cadena que arrastras. ¿Ser mejor? Tú no quieres ser mejor, solo quieres que tus defectos se vean menos, aunque para verlos solo se necesiten un par de ojos. Pero al menos sabías que querías aunque no lo fueras a conseguir nunca...

...yo me harté de pensar que ahora solo estoy...deambulo y estoy, floto y estoy...estoy porque no tengo otra opción más que estar.

Por momentos quisiera volver, ir una o dos veces y luego dejarlo. Pero luego solo me recuesto y espero... por algo que no sé que es, que no sé si vendrá... o si siquiera piensa en venir. Y es que esperé mucho tiempo por cosas ciertas, tanto que las inciertas suenan más seguras.

Y es que esperamos tanto a que la realidad sea como la fantasía que la fantasía se vuelve nuestra realidad, por pensar que esto no es suficiente...

... a veces me pregunto por qué necesitaría más...

... que otra cosa podría necesitar...

...que necesitas tú...

Y cinco minutos después simplemente vuelvo a dormitar. No te confundas, no es que no me importe... es solo que....

...eso...no me importa.