miércoles, 24 de agosto de 2011

Una pequeña carta

A quien corresponda:

Esto es parte realidad parte fantasía, porque bueno, supongo que quiero divertirme un poco escribiendo que espero te divierta leer. Y es que si bien amo las cosas simples de la vida, amo también complicarlas un poco de vez en cuando.

Y si quisiera hablar de ti sería hablar de dos semanas, y un par de frases más. Y si bien puedo decir algo, creo que muchos otros podrían decir mucho más. Son buenos recuerdos de algo que nunca pensé ser capaz de hacer, y de una o dos tonterías que nunca podré olvidar.

Pero bueno, podría seguir el clásico parámetro cristiano, pero no quiero hacerlo. Con esto no digo tener algo en contra de eso, simplemente pienso que esto podría ser un poco mejor, un poco más complejo. Y es que decir "eres una buena hermana en Cristo", "eres de bendición", "eres una buena Hija de Dios" o "agradezco a Dios por tu vida" es algo que he escuchado demasiadas veces. No digo que no sea verdad, pero leerlo aquí sería como los "feliz cumpleaños, pasala bien y que Dios te bendiga" que leemos 50 veces porque al parecer o todos desean lo mismo o nadie tiene ganas de idear un mensaje mejor.

Hay tanto que no sé de ti, tanto que nunca sabré. Pero no necesito saberlo para quererte, eso lo aprendí con las tonterías que solo tuvimos una oportunidad de hacer. Y es que siempre recordaré el no tener vergüenza de nuevo. Esas dos semanas siguen siendo incluso hoy, un año después, lo mejor que me ha pasado en la vida y si tengo que decirlo, le agradezco a Dios cada vez que como una granadilla o leo algo en inglés.

Y no alargaré más esto, no creo que tanta cursilería llegue a algún lado si es que se alarga más. Solo disculparme por la demora, por los sustos y las cosas raras: Pero por lo menos, a las dos últimas tendrás que acostumbrarte... porque hay cosas querré que cambien.

Hasta la siguiente oportunidad,

Abel Tiravanti

Ps1: Esto te servirá para practicar
Ps2: Mi cabello sigue largo
Ps3: "PS" no significa PlayStation. xD

domingo, 14 de agosto de 2011

Una pincelada de sentido

Últimamente dormir es un lujo que no estoy teniendo (al menos no hasta las 6am). No busco razones, ni creo que sea una incógnita: simplemente es un comentario simple sobre un hecho igual de simple.

Y hoy solo quiero ir simple, porque a esta hora es lo mejor que podría hacer. Y eso parece mejor idea cuando me pongo a pensar en los problemas tan simples que uno hace complejos, o las cosas complejas que uno hace simples.

Sufrimos por razones verdaderamente tontas: Porque no contestó el sms, porque saldrá con alguien más, porque abrazó a alguien...

Y obviamente luego simplificamos cosas increiblemente complejas (que por eso son tan apreciables) por simple ego, por simples ganas de tener control absoluto de nuestro pequeño universo.

Es así como pensamos que conocemos perfectamente a alguien, o que ser un buen amigo es decirle "si" al otro. Personalmente una de las más irritantes es el "no te molestes" repetitivo cuando simplemente no estás molesto en absoluto. Ahora para ser honestos, esa situación es una de las que si me hace enojar.

Pero en fin... incluso las 3 am no son excusa para dejar de pensar coherentemente. Y claro, caigo en el sencillo error de pensar que porque hago esto entonces soy mejor que otros, y si no es ese error, es el de hacer que los que leen piensen que me creo mejor que otros...

... y es que a veces es tan tontamente infantil la forma en que un consejo es tomado como la afirmación "soy mejor que tú". Y aceptar la culpa no sería más que un gran ejemplo de... sinceridad. Tengo que aceptarlo, las relaciones amorosas no son simples, pero deberíamos entender que si no te llama no es porque no te quiere...

No lo digo por ser mejor, no lo digo porque no me haya equivocado o porque no lo vaya a hacer. Lo digo porque simplemente lo sé, y algún día a alguien le será útil, tal vez a mi...

... solo una pincelada de sentido, a nadie le viene mal.

Y entre todo esto... feliz cumpleaños no?

Porque lógica es algo que no deberás pedir como regalo. Nos vemos Clarissa

miércoles, 10 de agosto de 2011

Uno pequeño a los escritores

No soy psicólogo, nunca pretendería serlo. Pero hay que cosas que veo y de las que puedo hablar así no tenga un título o haya llevado una carrera. Y es que a veces el hombre puede conocer cosas sobre sí mismo, cuando deja de concentrarse en lo que ve y empieza a concentrarse en el cómo.

Hace poco me dijeron que estar asustado no iba conmigo, ¿razones? No las hay, simplemente no soy yo. Respeto inmensamente a la persona que lo dijo, pero seamos honestos: todos hemos estado aterrados en algún momento, y si somos muy jóvenes aún, pues lo estaremos entonces.

Y así, podemos elegir ser la mera sombra de un “yo” que intentamos aparentar cada día ante el público. Así como la Realeza de este siglo, tener nuestro papel reducido al de actores, buscando el aplauso de rostros que quizás no volvamos a ver, rostros que nos observan por diversión, y que si mañana desapareciéramos no darían un centavo por saber donde fuimos a parar. Y cuando las luces se apaguen, como toda sombra, estamos destinados a desaparecer. Como todo actor, al alejarse del aplauso no es más que una persona que sabe aparentar pero no tiene ante quien hacerlo.

Mientras nosotros somos un concepto… relativo. En una realidad donde relativo pasó a ser: yo tengo mi verdad y tú la tuya y ambas son válidas. Pero si son válidas ambas ¿por qué perder tanto tiempo discutiéndolas? ¿Por qué pasar la vida luchando por…? Lamentablemente no sé como terminar esa frase. Y así, convertimos la libertad de poder decir “si” y “no” al estúpido y maldito concepto que nos dirá que si somos libres tenemos que hacer lo que queramos. Sin saber que al negarnos a negar nos hizo perder parte de nuestra humanidad. Los animales comen, defecan y follan… el ser humano tiene mucho más que hacer, porque puede elegir hacerlo.

Y la libertad de expresión es poder decir lo que uno quiera, cuando uno quiera y que aunque él otro sienta que le arrancas el alma no pueda detenerte. Patetismo que llega al punto que de cada cosa de la vida queremos solo lo que nos conviene: Sexo sin reproducción, carnalidad sin compromiso en una relación, libertad de expresión sin decoro o respeto básico por el “cuándo” o el “dónde”, mucho menos del “cómo”. Y hoy alguien puede venir e insultar al presidente de la república y si este contesta es un escándalo: pero si voy e insulto a tu madre en tu cara tú me responderías con 10 veces más odio… o golpeándome con todas tus fuerzas. Y así la moralidad (así como la ética) pasó a ser un concepto relativo… excepto cuando es uno mismo quien se vuelve el afectado.

Solo sombras de algún objeto al que no nos atrevemos a mirar…

Y por eso tenemos un confidente, alguien especial a quien contarle las cosas, ese secreto que solo esa persona sabe. Es simplemente gratificante poder decir ese algo que nos mata, golpea o asfixia. Pues yo no sabría decirlo…

Pero no es un reclamo, y simplemente odiaría que después de esto alguien quisiera mostrar compasión. No necesito compasión de otras personas, necesito ver que se salven antes de querer salvarme a mí. Y si decido escucharlos no es porque crea que sus comentarios no valen la pena…

Tienen una voz y merecen ser escuchados. Pero la expresión no es un derecho, es un privilegio. Y es un privilegio porque en el momento en el que alguien decide dar segundos, minutos, horas de su vida para que puedas tener ojos posados sobre ti, tú tienes una responsabilidad. Porque si alguien pone su confianza en ti es porque espera que lo que hagas sea por su bien, con el respeto y altura que merece. Y si alguien te escucha es porque espera que demuestres que oírte, que leerte, valga cada minuto de su tiempo. No porque seas Shakespeare, no porque seas Demóstenes, no buscan profesionales, buscan gente que entienda que al estar en el estrado son uno de muchos, pero uno al que se le dio la confianza para hacer algo… y Dios nos salve de quienes piensan que libertad de expresión significa que simplemente no podrán callarnos.

Tengo elocuencia, al menos eso me han dicho y perdonen mi vanidad al creerlo. Y podré ser sutil, irreverente, agresivo o testarudo, pero de ninguna de estas actitudes me arrepiento. Y lo que soy, seré, no una mera sombra, y seguiré existiendo aún con las luces apagadas. Más cállenme si en algún momento uso mi privilegio como un poder, y mi responsabilidad se vuelve una licencia, o si les hago sentir que desperdiciaron momentos de su vida…

No puedo hacer nada por lo que ya hice, solo puedo encargarme de lo que haré. Hay algunos que no tienen hombro donde llorar, y que sin derramar lágrima alguna pueden robarle un suspiro a la humanidad. Hay algunos que simplemente no pueden desfallecer en silencio… mientras sientan que hay una palabra más que decir, un verso más que entregar, un alma más que tocar.

Y el día en que todos ellos callen el mundo estará en paz… la paz que solo puede dar la muerte.

sábado, 6 de agosto de 2011

Otro pequeño pecado

¿Cúal es ese tormento que no te permite dormir de noche? ¿Cúal es ese sueño que se repite vez tras vez y te tortura al punto de volverse pesadilla? ¿Por qué es tan difícil decirlo, confesarlo? Es tan difícil...

Y esos secretos se van acumulando, sin nadie que ponga orden en un desorden que al menos comprendes, no puedes nada más que ser sincero contigo mismo. Y tengamos un minuto de silencio por las palabras que jamás salieron y murieron antes de vivir.

Es divertido, por qué negarlo, ser parte de algo más grande que uno mismo. Pero es más divertido estar dentro y no ser parte. Poder irte y no pensar en quien te extraña, quien se alivia por tu partida: es divertido no ser parte de nada, y que el corazón lata con fuerza cada vez que das todo por algo... y que sepas que no lo volverás a ver.

La parte más irónica es que eso que te divierte, que te mantiene vivo, te mata cada vez un poco más. Y es que los genios mueren jóvenes, deben desaparecer antes de que el tiempo les devuelva el golpe. Pero no seamos egocentristas... eso no solo pasa con los genios.

La Tierra da vueltas y vivimos sin siquiera pensar en ello. Pues algunos no pueden omitir ni siquiera ese pequeño detalle en cada segundo de su vida, torturándolo cada vez que abre los ojos. Es así como un gran don se vuelve un gran castigo.

¿Y dirá que es simplemente una carga y tortura como los heroes de película y novela? Pues no, las sonrisas no han estado ausentes, las alegrías, los amores, la vida misma no ha sido ajena y a pasado a visitar esta calle.

Y si solamente lo confesara, lo sacara de su sistema: sería libre. Pero seamos honestos, NO SABRÍAS QUE HACER CON TU LIBERTAD. Serías tan monótono y patético como crees que somos los demás.

Es la única vida que conozco y la única que puedo llevar. Donde esto es lo único que tengo y sin lo cual no tendría nada. Obviamente no lo puedes entender: tienes problemas normales, ves con los ojos, descansas al dormir, sufres por lo que debes sufrir y al final del día puedes darle una pausa. Y es que no soy mejor que tú, solo diferente: y alguien solo es diferente por tener vivencias diferentes, nada más. Lo único que nos diferencia es que mi mente me atormenta cada mañana al abrir los ojos, cada noche al cerrarlos, cada tarde al ver en nuestra alma el dolor que nuestros ojos aprendieron a ocultar.

Y el Yo, el super Yo y el ego no sabrán donde empieza uno y termina el otro. Y al compás de tambores nos lanzamos a la siguiente batalla, haciendo lo posible para no morir, dando todo para sobrevivir...

... y a la vez con la esperanza escondida de no hacerlo. Que con la muerte venga la nueva vida, donde el resto deje de ser "normal", "común" o "predecible"... para simplemente ser "hermoso"...

... como toda la vida lo desee.