miércoles, 7 de enero de 2009

Fly away

Estas últimas semanas lejos de casa, a quien sabe cuantos kilómetros de lo que llaman mi hogar, me han enseñado mucho (y eso que recién empiezan). Después de días logro entrar a una computadora y la verdad, no es nada del otro mundo estar sin ella, más aún cuando era tildado de adicto.

Tener que levantarse a las 4am 4 días a la semana no es fácil, más aún cuando ahora son las 12:45am y estoy sentado en un gimnasio, único lugar donde capta la señal del internet. En serio que esta vida es dura. ¿Cambiar? Quizas ya cambié un poco, la vida solo, llevar el control de una casa donde las otras 3 personas no saben que primero se compra la comida y luego el helado, algo de responsabilidad aprendí, hice un lomo saltado empiricamente y no salió tan mal, me he golpeado más veces de las que puedo contar, pero en fin, todo anda bien, o al menos iba.

Ayer la vi mientras dormía. ¿Qué es esto? Ni siquiera aquí estoy libre, al parecer aún no estoy curado y este mal es peor de lo que me imaginaba, no dormí esa noche, si cerraba los ojos la veía, los abría pensaba en ella, bendita realidad que no me dejó escapar ni a miles de kilometros de distancia, estúpido corazón que aún no es capaz de comprender que no será correspondido.

Desearía haber sido valiente una vez, desearía no haber arruinado cada momento, haber echado a perder cada oportunidad, saber si aún Dios me dará una oportunidad más.

Lo peor que me pasó fue, no extrañar a alguien, sino no extrañar nada, la vida solitaria me aterró las primeras dos semanas, ahora ella no sale de mi cabeza y se confunde con la música, la guitarra y los poemas, las mañanas lluviosas y el viento que se lleva las lágrimas que secretamente un ser escondido derramó.

¿La extraño? No se puede extrañar lo que no se tiene, lo que nunca se tuvo, solo soy yo, en un país nuevo, un mundo nuevo, la vida entera inmiscuida en mi universo y mis ganas irreparables de ganarle a toda costa, por mi, por mis padres, por Dios, por ella, aunque lo esconda al final siempre esta ella.

Debería dormir, ojala Dios este conversador esta noche, es el único con el que puedo hablar.

1 comentario:

Javier Murillo dijo...

Oe como que no extraño nada... Yo que no dejo de cantar Lost Highway aca y tu ni un poco de sentimiento...