viernes, 10 de agosto de 2012

Silencio

Solo podía temblar de frío mientras la lluvia limpiaba la sangre. Es todo lo que puede pasar luego de haber visto tanta muerte. No hay forma de imaginar el miedo que sentía... las ganas de morir allí y terminar con todo. Mientras todos los sobrevivientes reían, uno solamente esperaba hacer ese último sacrifiio que le permitiera descansar.

Cuando vuelve a casa no se atreve ni siquiera a mirarla a los ojos. Esto es una gran mentira, ya que no se percata de su presencia. No es posible que lo haga ¿y cómo podría? ese no es su mundo nunca más. No es profundidad, tampoco poesía... simplemente ya no quiere pertenecer a ese lugar que más de una vez le demostró que no le importaba si seguía o no.

¿No tiene derecho a cansarse? ¿a ya no querer más? Es como si no tuviera permiso de ser humano mientras todos lo son cada vez más. Es una vida injusta - escuchaba un día en la cena - y debes acostumbrarte. Petrificado como estaba... algo quedó roto y nunca más se arregló. El terror es así.

Pues a veces uno no puede mover un solo músculo, más por falta de voluntad que por imposibilidad. Y al ritmo del piano no puede más que ver como las luces del escenario brillan para otra función más, luces que se apagarán luego de dos horas dejándolo en la oscuridad. Debes sonreir, debes mover algunos músculos de tu rostro mientras te vean, te prometo que será la última vez.

Aplaudan, que el show empieza, las piezas se mueven y los actores hacen lo que tanto ensayaron para poder hacer. Nada más debe importarles, vengan y sean felices. Pero al final sabemos que se iran...

- Listo, tu evento fue un éxito... ahora déjame entristecerme en paz.

¡Levanten sus copas! ¡Speech! Y luego las sombras no serán más que un mito, uno más real que los últimos mediocres intentos de interés que observaste.

- Yo no quiero más...

Y yo tampoco. Huyamos, a donde la gente pueda ser honesta y decir que en verdad no importa si seguimos aquí o no por la mañana. Porque no quiero seguir llorando en la oscuridad de una habitación vacía. Los violines son malos compañeros al fin y al cabo.

- Y al final ¿lo intentamos verdad? son felices y eso está bien. Con el trabajo hecho y la paga recibida podemos ir al siguiente pueblo. Fue bueno, muy bueno.

Solo guarda silencio y sonríe. Nuestro trabajo no estará hecho hasta que ella deje de llorar. No tienes idea de cuánto desearía ver esa sonrisa una última vez.

Lo sabemos, todos lo sabemos. Dice en coro el auditorio.

Lo saben todo... entonces nos dejaron morir a propósito. Ahora solo guarden silencio...

... guarden silencio, que quiero morir tranquilo

- Y yo con él.

... silencio. Último deseo que desearíamos poder cumplir.

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