martes, 3 de junio de 2008

Por una petición

Ayer escribí esto, gracias a la insipiración de una buena amiga. No quería publicarlo, me da vergüenza siquiera leerlo. Pero creo que se lo debo, me pide que ponga algo que gracias a ella escribí...

Ya no sé que pensar, que sentir, que decir…que decirte, es más, ni siquiera creo que me vayas a escuchar, que me prestes atención, no como yo a ti, ¿como podrías? A alguien como yo…solo como yo.

Ortografía? Caligrafía? ¡Ya sé que no estoy cerrando los malditos signos de interrogación! No me importa mucho, ya no me importan muchas cosas.

No diré tu nombre, no me atrevo, con solo pensarte creo que ya aspiro a algo muy alto, pero no puedo dejar de pensar y no puedes ser tan cruel de quitarme lo único tuyo que me queda.

Recuerdo cuando todo era hablar tonterías, reír sin que importara nada porque…en serio, hablando nada importaba, solo reír y ser felices. ¿Qué nos pasó? Yo te diré que nos pasó, dejé de reír, no porque me cansara de ti o tus bromas, sino porque no quería solo seguir riendo. Pobre tonto, siendo un errante busqué a una princesa, sin tener más que ofrecer que lo que traigo aquí. Pasé de molestarte a decirte que te quería, de reírme a carcajadas ahora mi sonrisa es tonta, perdida. ¿Por qué tenía que enamorarme? ¿Por qué de ti que eres tan perfecta, tan…tú?

Han pasado meses, mis ojos que fueron inexpresivos por tanto dolor ahora brillan un poco. Si, un poquito, es alentador a veces. Solo hasta que vuelvo a mi realidad. Solo hasta que te veo. Si, te veo. ¿Distraído yo? Acepto que lo era, no veía a nadie así pasara a mi lado; mas ahora no puedo y no sé si te darás cuenta. Aunque no quiera, aún involuntariamente mis ojos te buscan, solo te quieren ver…solo te quieren…pero el resto de mi ser quiere protegerte…de mi.

¿Por qué tomaste mi mano? Ahora estoy más enfermo que de costumbre. No, enfermo no, a menos de que llorar por la noche y sentir que mi corazón reventará al verte sea enfermedad, solo entonces estaré enfermo. Me hago ilusiones, tontas ilusiones y tonto yo que pude haber tomado más de la cuenta para no recordar nada, el alcohol me ahorraría muchos sueños…mucho dolor, pero no recordaría que al menos por unos minutos eras mía y solo mía. Nadie te sostenía, solo yo y si hiciera falta no te hubiera soltado jamás. Pero me soltaste y ahora no quiero otra cosa que recordarte así…solo mía, aunque no sea otra cosa que una estúpida esperanza, quiero ser estúpido si con eso podré acercarme a ti, aunque sea en un sueño…en mi sueño. ¡Por qué tomaste mi mano! Solo por eso estoy así ¿Por qué lo hiciste? Tengo vergüenza de preguntar, así como de decir la verdad, que aún Abel puede perder la cabeza por alguien.

No sabes cuantas veces he recordado ese momento donde sin saber por qué tomaste mi mano con la tuya. ¿Diez? ¿Cien? ¿Mil? ¿Importa? ¿Te importa? No lo sé y es patético que yo piense en esto. Mi enorme ego no soporta tal humillación y por eso ahora está encerrado en mi armario y no saldrá por un buen rato.

Ahora mis ojos son indiferentes a ti y cada día ese pequeño brillo que obtuvieron va desapareciendo. No sabes las ganas que tengo que abrazarte, de darte un beso…aunque sea en la frente solo por hacerlo, darte un regalo sin motivo, solo porque es miércoles, solo porque te puedo ver. Pero estoy callado, estoy perdiendo mis emociones para protegerte de mí, para que no sufras, aunque para eso yo me tenga que ir. ¿Lo correcto? ¿Lo que tú quieres? No sé, no sé mucho en verdad y hay cosas que prefiero no saber, porque así duele menos, porque así no me da miedo.

Cada mañana me pregunto si te veré y mientras camino canto esa canción que tanto te gustó cuando me pediste el nombre y la escuchaste tú también. Mi familia sabe que algo me pasa, el eterno sonriente ahora anda pensativo, ya no ríe sino que habla con ternura, su hogar esta en silencio, al igual que su alma y sus ganas de vivir. Incluso a Dios le grité: ¡La amo! ¡Te juro que la amo! Y ahora te dejo ir, ahora que más cerca estoy, más me alejo. ¿Quién soy yo? Solo un vagabundo, solo un miserable tonto que no puede dar más que su vida. Tú mereces algo mejor, yo seguiré allí haciéndote reír, alegrándome cada vez que te arranque una risa, poniéndome celoso cuando te vea con otro, perdiendo mis emociones para que estas no te alcancen. Por tu seguridad, solo por eso me voy, por tu seguridad…

Ahora lloro a veces, es un avance para alguien que ya no lloraba nunca, me conmuevo y veo el cielo gris de Lima, pero a mi se me hace azul, es gris para el resto, para mi no. ¿Qué puedo decirte para terminar? ¿Gracias? ¿Te quiero? ¿Te amo? ¿Qué quisieras escuchar? Ojala contestaras, ojala lo dijeras. ¡Contesta! Solo dos palabras y sería feliz, si quieres decir más te escucharía, te prestaría atención así no quisieras, así solo pensaras, leería tus pensamientos en tus ojos. Perdí mi orgullo, mi vergüenza, mi cordura y medio corazón, tú no lo sabes, no deberías saberlo, ya solo me queda un poco de humanidad y te la regalaré, te la daré en una caja y tú la cuidaras, yo seguiré errando, para cuidarte, para que seas feliz. Porque… ¿Quién soy yo? Soy un tonto…no, un sonso…no, una galleta…si, una galleta…que apuntó muy alto…y así acabe sufriendo…no buscará otra forma de apuntar…porque no quiere otra...no podría hacerlo...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El niño abrió, desesperadamente, el paquete de galletas que compró su madre. Sacó casi todas las galletas: la de chocolate, la de menta, la de lúcuma, la de vainilla, incluso, la de mora. Pero no quiso la de fresa. No le gustaba el sabor: le parecía muy común, muy normal. Colocó la galleta sobre la mesa larga del comedor y la echó a rodar. La galleta de fresa viajaba por la superficie. En el horizonte: el abismo. Se acercaba lentamente a su destino: el colapso fatal. En el borde, la bestia de fauces infaustas se hallaba presta a devorar el cadáver de la condenada. El niño se fue. ¿Por qué le hizo esto? ¿Sólo por ser demasiado normal? ¿No tenía otro destino? Que desgracia, la de ella, que no cumpliría su real cometido. Sus sueños y objetivos, se vieron frustrados por la voluntad de un necio. Ya no faltaba mucho, sólo dos giros más y todo sería como si nunca hubiera existido. Cuando ya daba todo por perdido, una mano detuvo su mortal marcha. Era una niña. Tomó la galleta entre sus manos y la guardó, celosamente. La queria mucho, era justo como siempre la soño. Solo queria esa galleta la de fresa, y nada mas... Finalmente cumpliría su misión con ella. Todo ha valido la pena. Al final, regresó a su camino.

(Espero que la encuentres...)
Con los mejores deseos de mi corazon.

Gisel dijo...

¿si sientes las ganas de gritarlo por que no lo haces?

tan solo es decir lo que sientes, aunqe no paresca facil es mucho mas simple que sufrir como lo estas haciendo...

Gloria dijo...

gisel tiene razón galleta =), peeeero no dire más porque mi lengua se ha soltado demasiado ultimamente y lo sabes!
Lindisimo post!

Abel dijo...

Jaja, Gisel, la enamorada de Alex no? xD ok creo q no m conoces bn asi q t lo explicaré. Sto no es tan literal, soy bastant bueno para controlarme y si st texto s asi de...dramático s xq m insipré n otro parecido q leí. Cmo diría uno d los personajes d "Corazón de Caballero", soy un escritor, modelo la verdad...la amplio"(a veces) y parec q la gnt se la cree xD.

Gisel dijo...

si me la crei u.U xD!

Anónimo dijo...

en cualquier caso es un poco complicado escribir algo ficcional en un medio que parece personal...
u.u

*lol*

José dijo...

Si tus palabras se volvieran armas, estaríamos en la guerra más sangrienta de un universo llamado Abel. Eres tú, y tus emociones. Aquella espada llamada amor, te apuñala en el corazón una y otra vez hasta que la sangre derramada cae a la tierra, y da vida a una flor bella pero venenosa. En fin, Abel, no vuelvas a cometer el estúpido error de olvidar todo, como una vez me dijiste, pues, tu felicidad no tiene que depender siempre del hacer reir a los demás. Sé feliz, no porque otros lo sean, sino, sé feliz, porque otros son felices contigo.

Gloria dijo...

Castrín tiene razón U.U!

oye ese post ha causado conmoción! jajaja felicidades, ´me encanta la forma en que manifiestas lo que sientes... super genial.