Aún recuerdo las promesas que hiciste, lamentablemente mi memoria es mejor de lo que yo podría querer. Pero no te preocupes, no esperaba que las cumplieras... aunque siempre existió la esperanza de un quizas.
Y si, ilusionarse no es tan malo, hasta me ayuda a vivir. La realidad no es mala, es decir, estás tú ¿qué tan malo podría ser eso? Lo suficiente como para huir de ella solo para verte también en mi cabeza. Y como dijo un cantante, "me cansé de morderme el corazón" (no te comas las comillas), de aguantarme el dolor para soportar un segundo más con la esperanza de que tengas un ataque de generosidad, un chispazo de decencia, una pisca de compasión y así dejes de torturarme...
Y poco a poco tengo que ir arrancando los pedazos de ese sueño que quedaron pegados en lo que un día fue una alegre sonrisa. Y que más... pues comerme el dolor y soportar las cicatricez. Devolver ese sueño que tomé prestado, para variar un poco y darme una oportunidad.
Nada más guardar silencio, suspirar a escondidas y ver como pasas como una parte de la vida que no puedo controlar... en secreto.
Sé que no será permanente, que no te lloraré por siempre y frases como "siempre te querré" serían productos de una emotividad descontrolada. Porque estoy seguro que me voy a morir hoy, pero que regresaré mañana, con algo menos en el corazón, con algo más en el alma, con menos que perder.
"Estarás bien", "no te preocupes", "que pena"... no me lo digan, lo sé todo, eviten su parafraseo de "no tengo idea de qué decirte"... eviten hacerme recordar que no les importa. Pero siempre tendré una sonrisa cuando haga falta, y si no la tengo pues la pediré prestada para darla, pero mis lágrimas son para mi, mi tristeza es para mi como siempre lo fue, en eso hay derechos reservados.
Las penurias no duran para siempre y lo sé, por eso no estoy vencido, destruido, acabado o sin esperanza... solo estoy temporalmente fuera de servicio.
Y si, ilusionarse no es tan malo, hasta me ayuda a vivir. La realidad no es mala, es decir, estás tú ¿qué tan malo podría ser eso? Lo suficiente como para huir de ella solo para verte también en mi cabeza. Y como dijo un cantante, "me cansé de morderme el corazón" (no te comas las comillas), de aguantarme el dolor para soportar un segundo más con la esperanza de que tengas un ataque de generosidad, un chispazo de decencia, una pisca de compasión y así dejes de torturarme...
Y poco a poco tengo que ir arrancando los pedazos de ese sueño que quedaron pegados en lo que un día fue una alegre sonrisa. Y que más... pues comerme el dolor y soportar las cicatricez. Devolver ese sueño que tomé prestado, para variar un poco y darme una oportunidad.
Nada más guardar silencio, suspirar a escondidas y ver como pasas como una parte de la vida que no puedo controlar... en secreto.
Sé que no será permanente, que no te lloraré por siempre y frases como "siempre te querré" serían productos de una emotividad descontrolada. Porque estoy seguro que me voy a morir hoy, pero que regresaré mañana, con algo menos en el corazón, con algo más en el alma, con menos que perder.
"Estarás bien", "no te preocupes", "que pena"... no me lo digan, lo sé todo, eviten su parafraseo de "no tengo idea de qué decirte"... eviten hacerme recordar que no les importa. Pero siempre tendré una sonrisa cuando haga falta, y si no la tengo pues la pediré prestada para darla, pero mis lágrimas son para mi, mi tristeza es para mi como siempre lo fue, en eso hay derechos reservados.
Las penurias no duran para siempre y lo sé, por eso no estoy vencido, destruido, acabado o sin esperanza... solo estoy temporalmente fuera de servicio.
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