sábado, 13 de noviembre de 2010

Siete pecados: Avaricia

Hoy es bizarro, ya que no soy avaro. El dinero va y viene, no me llama la atención. Soy avaro en otra riqueza...soy avaro por mi. Mi vida es mia, solo mia, jamás podrá ser tuya porque no te le daré.

Al menos así lo pensé un día, así perdí mi partida por una mala decisión técnica. Y es que no importaba cuanto te quisiera, cuanto hiciera o dijera, no importaba porque la única razón de no tenerte es que me quise solo para mi.

¿Y es tan mala la individualidad? Es tan descaradamente placentera que pelear es solo un juego...no medir las consecuencias una costumbre, no prevenirte que dispararé...una mera estupidez.

Es que los hombres tenemos más presión...

...bueno tal vez...

...emm...¿no?

Que sentido tiene quererte si me quise más a mi. Las manecillas del reloj ya dieron muchas vueltas, al calendario le faltan muchas páginas... al anciano de la esquina ya casi no le queda pelo....

Y ahora que cambió mi gusto, que ahora te quiero a ti... es irrelevante, solo tengo el consuelo de tenerme a mi. ¿Y por qué mejor no te vas al carajo? Cierto...ya fuimos allí la semana pasada.

Buenos días padre, gracias por venir...pero le pido amablemente que se largue. Mi vida es mia y no se la voy a compartir...

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