viernes, 26 de noviembre de 2010

No hay penitencia

Es probable que nunca haga lo suficiente. Lamentablemente uno no puede correr hacia una meta inexistente, borrosa... Uno no puede pelear con una espada de madera, no puede buscar la nada...
Inmaduro, lento, decepcionante... las palabras regresan a mi luego de años de haber huido, las mismas armas que usé terminaron siendo usadas en mi contra. Que tontería pensar que sería el único en descubrirlas, en perfeccionarlas, en usarlas...

¿Qué hacemos cuando no queremos hablar? peleamos, insultamos...destruimos. La inocencia y el amor son las primeras víctimas de la función, la siguiente serás tú...o quizás sea yo. El pecado más destructivo es el orgullo, porque te hace verlo en todos menos en ti. Yo lo sé...yo lo sufrí... y dejó una herida que me sigue doliendo.

En nuestra humanidad no sabemos que hacer, en nuestra divinidad queremos hacer de todo...en ninguno de los dos somos capaces de aceptar la culpa de la acción. Y es que en algún momento de la carrera entendimos que debíamos ser los más despiadados para vencer, los más inteligentes, los menos humanos...

Diría que cada día me arrepentiré, pero es mentira. Recibí por dos días lo que di por años, sé que nunca será suficiente la penitencia, pero no la busco, no eres tú quien perdonará mis pecados. El dolor pasará, la memoria se irá como tú, la alegría vendrá en distintas caras, distintas manos... la cicatriz quedará, no para lastimarme...sino para recordarme no lastimar a nadie más.

Pequé de casi todo lo que se puede pecar, asesiné tantos sentimientos que debería ser encarcelado, herí a tantos que debería recibir una medalla del ejército. Y quizás jamás reciba su perdón...pero quizás en algún momento ya no necesite recibirlo.

Porque si me humillo será una vez... el orgullo y el amor propio no son lo mismo. Y cada vez que quiera pensar en la historia que no fue y pudo ser...veré mis cicatricez... me sentiré mal por ellas

...veré a quienes me rodean y volveré a avanzar... porque así solo uno de verdad me quisiera...

con ese uno ya no necesitaría más...

Se acabó la penitencia, se acabó antes de empezar. Un día alguien me dijo "no puedes hacer que todos te quieran, pero no tienes excusa para no querer a todos"

...el murió casi solo... es una buena forma de morir...

1 comentario:

Sandra Luna dijo...

Sabes la sensación que has causado en mi y aunque haya jurado no leer otra vez (ya que en pocas palabras inexplicablemente has mencionado una parte muy triste de mi vida) es inevitable! xq me has hecho ver de otra forma la tipica cicatriz que lastima como algo que te ayudara a no lastimar a otros! me encanto ! lucha con el orgullo Galletita! :)