Hace tanto que olvidamos nombre, grado o status. Entre tú y yo solo existe dos versos, dos líneas creadas para contenernos, para alentarnos, para darnos calor en el invierno. ¿Cuánto más tengo para decir sobre ti? No tengo idea, pero gracias por estar aquí...gracias por no haberte ido.
Fue todo una pena, una fiesta...una eternidad. Creí en algo más grande que yo, creí en un amor irreal, creo que podía dar un paso más alla...
...no te pongas triste. Yo aún creo.
Sonreiré cada vez que recuerde tus bromas, tus tontos zapatos, tu aroma. Algún suspiro más te llevarás de mi, pero no te preocupes... sobreviviré.
Te robaste un par de años de mi vida... ¿pero sabes? te los regalo, porque fuiste la ladrona más adorable que pude haber conocido. No diré que mañana (2011) te habrás ido, no despertaré como otro... pero despertaré con un poco menos de pena.
Las heridas dejan de sangran...incluso las del corazón...
¿Ves el sol? ¿Ves el horizonte? ¿Ves más allá? Pues allí pertenezco... y allí alguien soñará con verme llegar. Tu historia y la mía...la niña, se resume en tres cosas: Yo caí, tú me levantaste...yo desperté.
Será la última nota que recibas, porque no te volveré a escribir. Estoy cansado, dormiré un poco. Estoy feliz, celebraré un poco. Estoy tranquilo, y puedo verte a los ojos para decírtelo.
Y si una vez, por unos segundos, fuiste mía y solo mía...hoy eres libre, libre y solo libre, la niña ya no es más...
Y con esta copa brindo... porque soñamos, nos ilusionamos, porque nos decepcionamos y eso hace más dulce el volver a creer. Brindo porque tu mano sigue tan tibia como la recuerdo...
...brindo porque ya nos vamos. Salud.
... este es el fin de la niña